David Ferrer lleva a España hasta las semifinales de la Copa Davis (1-3), donde recibirá en septiembre a Francia: gana 7-5, 7-6, 5-7 y 7-6 a Mardy Fish sobre la pista rápida de Austin, en Texas.
Hasta ahí, las consecuencias del encuentro.
Antes, su pulso volcánico, su ritmo hiperbólico, la cita con el abismo: fueron dos tenistas de los diez mejores, el número seis contra el número ocho, dándose zarpazos, frenando bolas de rotura (14 salvó el español) y midiendo quién de los dos disfruta de una cabeza más poderosa.
En ese examen, Ferrer, tantas veces acosado por las dudas, vive una montaña rusa, de los brillos del principio a los borrones del final, cuando saca por el encuentro y cede su servicio.
Por primera vez, España ganó en Estados Unidos, que solo había perdido un cruce en su casa en los últimos 12 años.
Leer noticia completa en http://bit.ly/oqOVBg
No hay comentarios:
Publicar un comentario