"Cenar con los míos.
Darme un masaje.
Intentar dormir ocho o nueve horas".
Tras su derrota ante el checo Tomas Berdych (6-3, 5-7 y 1-6) en el último encuentro del Grupo A, David Ferrer va recitando con precisión los pasos que intentará dar para acortar una distancia insalvable: mientras él seguía en el O2 Arena casi a medianoche del viernes, el suizo Roger Federer, su contrario hoy (15.00, Canal+ y Teledeporte) en semifinales, competirá con 48 horas de descanso.
No es el único condicionante que jugará en contra del número cinco mundial: el suizo, que recuperará el número tres mundial si le vence, le ha ganado en los once encuentros que les han medido, donde solo cedió tres sets.
Esas marcas hablan a las claras de que Ferrer tiene un problema técnico, táctico y de confianza.
No pierde por casualidad.
Federer se le atraganta.
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