Velocidad frente a contemporización.
Verticalidad contra horizontalidad.
Contundencia en lugar de laxitud.
Firmeza y ambición para borrar cualquier atisbo de debilidad.
Cambió la cara el Valencia.
Emery, aparcó lo combinativo y el preciosismo, para asumir lo físico, lo práctico, lo racial para derrotar al AZ Alkmaar y convencer a su parroquia con signos que en otro tiempo llevaron al éxito.
Los blanquinegros redondearon un buen partido, serio, exigente, acabaron con el oxígeno justo, para meterse en las semifinales de la Europa League.
Una eliminatoria que el cuadro de la competición quiso que...
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