En un país tan apasionadamente futbolero como España, los cambios horarios de los partidos de Primera decretados el pasado martes por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) modificarán los hábitos de miles de aficionados.
Nueve franjas horarias -entre ellas, las 12 de la mañana del domingo, las cuatro de la tarde y las 10 de la noche- copan la parrilla del fin de semana y afectan a numerosos sectores.
La mayoría, molestos con esta variación, alentada por la operadora Mediapro, propietaria de los derechos televisivos de muchos clubes de Primera y Segunda.
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