domingo, 7 de agosto de 2011

El pais: El alcalde reabre la herida

Ha costado décadas comenzar a cerrar las heridas que abrió la Guerra Civil y la posterior represión.

El avance es demasiado lento para permitir frenazos, mucho menos retrocesos.

Pero se producen.

Una de esas heridas pareció cauterizarse en 2002; en la provincia de Ávila, en la curva del Esparragal, un paraje localizado en la Sierra de Gredos entre los pueblos de Candeleda y Poyales del Hoyo.

En la noche del 29 de diciembre de 1936, tres mujeres fueron paseadas, ultrajadas y asesinadas allí.

Sus cuerpos, abandonados primero y posteriormente sepultados en una fosa común en ese mismo lugar.

Gracias al trabajo de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y de otros foros, Virtudes de la Puente Pérez (ejecutada con 53 años), Pilar Espinosa Carrasco (43 años) y Valeriana Granada (26 años y embarazada de varios meses) fueron exhumadas y enterradas en una tumba del cementerio municipal de Poyales.

No fue fácil.

La entonces alcaldesa, Damiana González, del PP, se opuso a ceder un espacio en el cementerio.

La historia que se relata en el pueblo cuenta que un antepasado suyo fue el ejecutor.

O al menos se jactó de ello durante muchos años.



Leer noticia completa en http://bit.ly/ppGbNg

No hay comentarios:

Publicar un comentario