Ferrari ha necesitado medio curso para poder ofrecerle a Fernando Alonso, su primer piloto, un monoplaza capaz de medirse en corto con los Red Bull, especialmente el de Sebastian Vettel, dominador implacable del primer acto del campeonato, seis triunfos y tres segundos puestos en las nueve primeras paradas del calendario.
Según las señales emitidas durante las dos primeras sesiones de ensayo del Gran Premio de Alemania que el domingo se disputará en un escenario tan significativo como el circuito de Nürburgring, todo apunta a que la Scuderia ya lo ha conseguido.
Para poder calibrar con mayor exactitud el potencial de un monoplaza de F-1 es importante atender al rendimiento de los dos pilotos del equipo.
Hasta ahora, la diferencia que separaba al piloto español de su compañero de equipo, Felipe Massa, ponía en relieve la flojera del 150º Italia, un prototipo mucho más inestable que el RB7.
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